La electricidad circula ya muy cerca de la piel, como en los bikinis de Andrew Schneider, un estudiante avanzado de la Universidad de New York (USA).
Con una tensión máxima de cinco voltios, el material fotovoltaico empleado es de película delgada. Y la conexión es tipo USB, ideal para reproductores digitales. Toda una mini fábrica fotovoltaica de lo más sensual generando preciosos watios.
Andrew anuncia que pronto tendrá listo bañadores para chicos.
Más información en Solar Bikini. La foto es de Preston Noon.
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